El pasado fin de semana, la nueva adaptación en acción real de Disney «Lilo & Stitch», obtuvo el mayor estreno de la temporada en Francia, con un total de 262,605 entradas vendidas sin previa programación. Esta cifra impresionante refleja el casi mítico estatus que ahora se asocia con el dúo compuesto por Lilo, la pequeña hawaiana, y su acompañante extraterrestre Stitch. Sin embargo, más allá de esta estadística, está comenzando a emerger una tendencia más significativa.
Un Éxito Silencioso
Lo que llama la atención inicialmente es la estrategia de marketing sutil pero efectiva de Disney para «Lilo & Stitch». A diferencia de los lanzamientos recientes que se promueven abundantemente con numerosos tráileres y contenido promocional, esta película ha aprovechado un cierto afecto de su audiencia. No hubo previa programación nacional; solo tuvo una función de prensa, pero durante varios meses creció una anticipación cada vez mayor, casi subterránea. Esto se debe a la duradera «Stitchmania» desde el lanzamiento original de la película en 2002. Veintidós años después, Stitch ha llegado a ser un verdadero icono pop, una figura central en el universo de merchandising de Disney, rivalizando hoy con personajes intocables como Mickey, Elsa o Buzz.
El éxito de la película de Dean Fleischer Camp no depende exclusivamente del entusiasmo del consumidor o las tendencias temporales. También,perhaps primarily, refleja una necesidad colectiva de consuelo. En una época en la que las narrativas familiares tienden a erosionarse o volverse complejas, el concepto de «Ohana» (la familia que uno escoge) resonará con fuerza renovada. Lilo & Stitch cuenta la historia de dos almas perdidas, poco adecuadas para el mundo, que aprenden a reconstruir sus vidas juntas. Es un cuento universal establecido aquí por un fondo y dirección artística hawaianos auténticos que evita la trampa de la replicación digital. Sí, hay risas en todo momento. Sí, el desastre se cierne con cada aparición de Stitch. Pero lo que realmente resuena es la ternura y sinceridad del vínculo de los personajes, libre de cinismo o ironía. Esta es una cualidad poco común en el cine de entretenimiento contemporáneo.
Uno podría cuestionar razonablemente las motivaciones detrás de otro remake en vivo en la larga serie de adaptaciones de Disney en la última década. Sin embargo, Lilo & Stitch manages to distinguish itself from this repetitive formula. Perhaps due to the fact that the original content has never been a high-budget production but rather an intimate and bittersweet work, somewhat on the periphery within the Disney catalog. This uniqueness is something the film embraces, which likely accounts for its immediate impact at the box office.