A los 60 años, Hideo Kojima reconoce su mortalidad y ha elegido planificar para el futuro. El creador de Metal Gear Solid y Death Stranding reveló en la revista Edge que había dado una clave USB con conceptos, ideas y proyectos sin lanzar a su asistente personal, en caso de muerte prematura. Este testamento creativo está destinado a ser utilizado por su equipo después de su ausencia. Un movimiento único en la industria, que algunos ven como megalomanía, mientras que otros lo ven como una profunda reflexión sobre cómo asegurar que el legado artístico continúa más allá de la vida del creador. Eres libre de formar tu opinión.
Al cumplir sesenta años, Hideo Kojima no cambió fundamentalmente su camino; fue la pandemia y una enfermedad grave lo que marcó un punto de inflexión. «Enfrenté mi mortalidad», confiesa Kojima en una entrevista. «Nunca realmente pensé en mi edad, creyendo que podía crear hasta el final de mi vida. Pero este período cambió mi perspectiva. Me pregunté: ¿cuántos años me quedan para hacer videojuegos o películas? ¿Tal vez una década?» Este momento de vulnerabilidad actuó como un catalizador para reevaluar mis prioridades y tomar una decisión importante: asegurar la continuidad de mi pensamiento creativo más allá de mi propia existencia. El USB mencionado por Kojima contiene una serie de conceptos, ideas y proyectos sin lanzar que espera que sean realizados por los equipos en Kojima Productions después de su muerte. «No quiero que simplemente manejen nuestras licencias existentes», explica. «Me gustaría que continuaran creando». En otras palabras, Kojima está sentando las bases para un legado vivo que sobreviviría a su autor.
Esta reflexión también viene con una aceleración en su producción. Además de Death Stranding 2, previsto para 2025, Kojima actualmente trabaja en OD (en colaboración con Xbox Game Studios) y Physint, un juego de espías respaldado por Sony, descrito como un regreso espiritual a los códigos de Metal Gear Solid. La entrevista con The Edge también revela que Kojima consideró seriamente pasar al cine, animado fuertemente por Guillermo del Toro y Nicolas Winding Refn, dos cineastas que son colaboradores cercanos y aparecen en Death Stranding. Hideo Kojima decidió finalmente remainedarse dentro del universo de los videojuegos, que considera su medio más natural de expresión. «Crear juegos es lo que quiero seguir haciendo hasta el final», afirma. A través de esta iniciativa, Hideo Kojima está iniciando un debate poco discutido en la industria de los videojuegos: la transmisión de la visión artística de un creador individual a su estudio. En una industria frecuentemente guiada por objetivos comerciales y franquicias establecidas, este acto destaca una intención determinada: establecer Kojima Productions como una entidad capaz de generar nuevas y originales obras, incluso en ausencia de su fundador.