Thunderbolts cambia oficialmente su nombre a Nuevo Vengadores, resolviendo así la incertidumbre en torno al asterisco al final del título. Esto es desafortunado para quienes se perdieron el anuncio y no lo vieron en los cines enseguida. ¿Sólo un ajuste simple? No tanto. Este cambio repentino de nombre es en realidad un giro estratégico y una respuesta directa a una situación cada vez más preocupante: Thunderbolts, incluso antes de su lanzamiento, enfrentaba preocupaciones. Tanto fans como expertos de la industria estaban inquietos. Durante varios meses, ha habido señales de esta incomodidad. Con un entusiasmo tibio en redes sociales, un elenco percibido como desequilibrado y, sobre todo, proyecciones internas que sugerían un mal desempeño en taquilla, la película parecía tener un inicio difícil. Según fuentes cercanas a la producción, encuestas iniciales y pruebas de pre-marketing indicaban una falta generalizada de interés. Naturalmente, después del decepcionante Captain America: Brave New World, el lanzamiento de Thunderbolts—un nombre que no resuena con el público en general—era un riesgo. Sin embargo, Marvel Studios había anticipado esta posibilidad en caso de un revés inesperado: ese famoso asterisco.
El efecto de «Los Vengadores»: Operación Rescate? La estrategia es ahora clara. Al cambiar el nombre de la película de «Thunderbolts» a «New Avengers», Marvel realiza una apuesta arriesgada al adjuntar su proyecto a uno de los marcas más poderosas de su universo cinematográfico. El objetivo es dar un propósito claro a una película vista como periférica y, sobre todo, reavivar el interés entre un público que lucha por encontrar dirección. Esto no es solo una elección narrativa; es una maniobra comercial porque las películas con «Los Vengadores» en el título se venden de manera diferente. Las cifras de todas las películas de Los Vengadores lo demuestran: el término tiene un atractivo mucho superior al de un grupo obscuro de antihéroes, por bien escritos que estén. Por lo tanto, este cambio de nombre no es trivial y llega en un momento en que el MCU enfrenta su período más crítico desde su inicio. Al renombrarla, Marvel busca no solo revertir la disminución del interés, sino también repositionar la película dentro de su universo narrativo: transformarla de una misión sencilla de antihéroes en un hito fundamental en la refundación posterior a «Endgame».
El cambio de nombre a un proyecto arriesgado pero necesario: la pregunta real que queda es si este cambio de título será suficiente para salvar el proyecto. Nada es seguro. Porque el problema es más profundo. No se trata solo del título, sino de la dirección: ¿qué mensaje, visión y tono querría Marvel transmitir ahora? Y lo más importante, ¿podrá todavía atraer a un público que parece haber perdido interés? Afortunadamente, «Thunderbolts» ha recibido una buena acogida por parte de la crítica tanto en la prensa como entre los espectadores. Los críticos destacan la solidez de la película y su compromiso en redefinir las dinámicas del equipo mientras se mantiene fiel a la esencia del MCU.
La película ha recibido una calificación promedio del 88% de los críticos en Rotten Tomatoes, lo que es un buen resultado para lo que inicialmente se concibió como un proyecto con el objetivo de evitar la etiqueta de una producción típica de «equipo B». Los críticos destacan especialmente la buena química entre los personajes principales, particularmente Yelena Belova (Florence Pugh) y Bucky Barnes (Sebastian Stan), quienes tienen roles centrales en este nuevo elenco. Además, las secuencias de acción son destacadas por su efectividad, con una tensión intensa que mejora el ritmo de lo contrario algo inconsistente visto en recientes lanzamientos.
Desde la perspectiva del espectador, la película ha sido bien recibida, logrando una puntuación del 94% en Rotten Tomatoes solo una semana después de su estreno. Muchos fans expresan satisfacción en las redes sociales, elogiando su regreso a temas que contribuyeron al éxito de los Vengadores iniciales: el choque de ideas, sacrificio personal y redención. “Un equipo de personajes marginados, algo inestables, pero funciona gracias a la dinámica entre los actores y la fuerza del guion”, comenta un entusiasta espectador en Twitter. Otros elogian cómo los Nuevos Vengadores modernizan la legado de los Vengadores sin excesiva nostalgia: «Una película que arriesga mientras se mantiene fiel a lo que hace fuerte al MCU -sus personajes y apuestas humanas». Sin embargo, algunos son más cautelosos, considerando que la película aún es demasiado dependiente de la marca de los Vengadores para mantenerse independiente por sus propios méritos. Un comentario de Reddit captura esta sensación de manera concisa: “La película es buena, pero perhaps Marvel se apoyó demasiado en el nombre para elevarla más allá de su calidad real”. Aún es temprano para decir cómo este cambio de rumbo afectará la taquilla. Revisa en unas pocas semanas…