Desde su estreno en el Festival de Cine de Venecia a principios de septiembre, las opiniones sobre Joker: Folie à Deux han dividido agudamente a los críticos, con comentarios predominantemente negativos más que positivos. También resulta desafiante seguir después del impacto cinematográfico de la primera película en 2019. Aquella película se atrevió a contrapuntear perfectamente las películas de superhéroes que han inundado los cines durante más de dos décadas, una fórmula codificada por el ultrapopular MCU. Cinco años después, generando más de mil millones de dólares en taquilla y elevando una película al estatus de obra maestra—mientras también romanticiza a individuos como los incels o asesinos en masa, una tendencia que Netflix’s Dahmer series ha adoptado de manera similar—se está volviendo problemático… Críticas que el director Todd Phillips tomó muy en serio, haciendo de ellas un tema central para esta secuela, Folie à Deux. Porque sí, esta película nos habla a todos nosotros, espectadores sedientos de violencia, recordándonos que no es bueno glorificar a los antihéroes, especialmente cuando están profundamente perturbados. Para contrarrestar a su propio público, Todd Phillips hace exactly lo contrario en esta secuela, inyectando amor y canciones en la mezcla—un movimiento osado sin duda.
No, No Es Una Comedia Musical
Otro elemento que contribuyó a mi aprecio por estas partes cantadas son sin duda las selecciones de canciones. La película no cuenta con composiciones originales, sino que incluye versiones conocidas. Entre ellas se encuentran «Get Happy» de Judy Garland, «When the Saints Go Marching In» y «What the World Needs Now Is Love» de Jackie DeShannon, así como una versión de «Ne Me Quitte Pas» de Jacques Brel, con Joaquin Phoenix cantando las letras en francés. No ocultaré que estas piezas resonaron conmigo, especialmente porque Joaquin Phoenix y Lady Gaga interpretan cada canción sin ningún engaño. Si bien el talento de Lady Gaga es indiscutible, Joaquin Phoenix demostró sus habilidades musicales en «Walk the Line», donde interpretó a Johnny Cash y se desempeñó él mismo. En «Joker: Folie à Deux», trae un toque de bailarín con su estilo único de movimiento, un aspecto ligeramente descoyuntado que ya se había visto en la película Joker de 2019. Realmente estamos siendo testigos de una magnífica actuación, tal vez incluso más comprometida que la primera película.
Este aspecto de «Joker: Folie à Deux» que presenta canciones retro que evocan la nostalgia de Fred Astaire, Blues, Jazz y incluso Gospel ha resonado en mí. Disiento con algunos críticos que argumentan que estos elementos musicales parecen fuera de lugar o no se integran de manera fluida en la trama; en cambio, cada canción sirve como un punto emocional clave para Arthur Fleck, reflejo de sus memorias o sueños. Cada momento musical está impulsado por la emoción, lo cual encontré particularmente hermoso. «Joker: Folie à Deux» es una película que demuestra audacia y sorprende a la audiencia. En lugar de confiar en el éxito de su predecesora y entregar lo que los fans podrían esperar — como una exploración más profunda de la violencia, el fortalecimiento de la iconización del enemigo de Batman o la conexión de la historia de Arthur con «The Batman» de Matt Reeves —, el director Todd Phillips eligió un camino diferente. Esta desviación de los temas esperados y la adhesión a su visión artística es lo que hace que la película sea cautivante.
Amor y Traición
La primera película fue una historia sobre enfermedad, retratando el descontento de un hombre rechazado por una sociedad que juzga sin conocer, con énfasis en su lento descenso hacia la violencia. En «Joker 2», exploraremos aún más este tema, introduciendo a otro personaje, Harley Quinn, quien le permitirá experimentar el amor y ayudará a revelar su verdadera personalidad. Sin embargo, esta vez habrá un mensaje moral más aparente al final de la película, algo que en opinión del director era notoriamente ausente, lo que llevó a Todd Phillips a pulir su enfoque. Harley Quinn, inicialmente una devota admiradora del Joker, es retratada como ridiculizada dentro de la película, similar a cómo muchas mujeres fascinadas por criminales notorios son vistas en la sociedad. No es necesario volver a visitar el caso de Nordahl Lelandais, quien tuvo un hijo mientras estaba imprisonment for his heinous crimes; a veces la realidad supera la sordidez de las películas. «Joker: Folie à Deux» sirve como una crítica a los cultos y divisiones de personalidad, con el abogado defensor de Arthur Flack, espléndidamente interpretado por Catherine Keener—quien no ha sido vista desde «Sicario 2″—mereciendo un reconocimiento similar al de Toni Colette. En cuanto a Harley Quinn, si bien hay críticas que indican que el personaje está subutilizado en la película, su papel sigue siendo significativo en la construcción y desintegración de Arthur Fleck. Le proporciona confianza pero también lo lleva a su caída; es esta dinámica lo que hace que su relación sea intrigante. Actúa como tanto su remedio como su veneno…
Acerca de la técnica de la película, hay la misma coherencia artística que en el primer Joker. La atmósfera sigue siendo igual de fría, casi glacial, y con la adición del decididamente lúgubre universo de Arkham Asylum, todo contribuye al constante malestar de Arthur Fleck. Sin embargo, hay algunos momentos más brillantes y coloridos durante las secuencias cantadas, aquellos instantes suspendidos donde Arthur Fleck intenta escapar de su miserable vida. La dirección de Todd Phillips es magistral, aunque minimalista y sin adornos; la encontré elegante. Algunos podrían decir que busca hermosos planos, pero en mi opinión, funciona muy bien. De memoria, recuerdo el plano aéreo con coloridos paraguas visto en los tráileres, haciendo referencia a «Paraguas de Cherburgo» de Jacques Demy, así como Arthur encendiendo un cigarrillo en su celda, envuelto en oscuridad, mucho como la escena donde lo envían a confinamiento solitario y la única fuente de luz ilumina su rostro angustiado después de ser assault o incluso violado sexualmente por los guardianes de Arkham Asylum. Sí, algunos temas son desagradables de ver u oír, y la increíble interpretación de Joaquin Phoenix merece otro Oscar por su encarnación del personaje.
A La Sombra Del Joker (2019)
La crítica principal de la película es que no se distancia lo suficiente de su predecesora, la cual le hace sombra debido a su gran impacto. Esta secuela hace referencia frecuente a la primera película a través de flashbacks o escenas en ubicaciones icónicas del original, como la escena de las escaleras en The Bronx, que no hacía falta volver a visitar. Además, temas musicales recurrentes, incluyendo «That’s Life» de Frank Sinatra y composiciones de la violoncelista islandesa Hildur Guðnadóttir, reutilizadas aquí, sugieren una excesiva dependencia de la primera parte. Por tanto, Todd Phillips adopta un enfoque autocrítico con esta audaz pero controversial secuela. Sin embargo, cuando una obra divide tanto las opiniones, lo mejor es formar tu propio juicio.