Este mes de octubre del presente año 2024 está especialmente lleno. No transcurre una semana sin que algún título AAA o juego de gran envergadura sea lanzado en las estanterías, y así ha sido desde fines de agosto. Es difícil quejarse cuando eres un jugador. Sin embargo, entre todos estos blockbusters haciendo ruido y ocupando todo el espacio mediático, hay títulos más pequeños que merecen igual atención y pueden llegar a lo alto de la lista de los mejores juegos del año. Entre ellos se encuentra Nova, el segundo juego del estudio español Nomada, que obtuvo reconocimiento seis años atrás con el excelente GRIS (pronunciado Grisse). Ya nos cautivó la propuesta de GRIS en 2018; acabamos de recibir otro impacto con Neva.
En Neva, retratamos a una joven mujer con el cabello grueso que lleva un largo abrigo rojo y nunca se separa de su katana; se llama Alba. Neva es el nombre del cordero indefenso que rescata después de que su madre sea asesinada por sombras malevolentes, similares al Kaonashi de Spirited Away pero más aterradoras. Estas sombras son agresivas y capaces de habitar cuerpos animales muertos como si fueran marionetas, haciéndolas oponentes formidables. Alba y Neva deben combinar sus habilidades, habilidades y amistad para salvar este mundo moribundo. Mientras que Gris se centró en la soledad del jugador en un mundo frío e casi clínico, Neva toma un enfoque opuesto, enfatizando el calor tanto humano como animal. Esto es especialmente evidente en la conexión entre Alba, el ser humano, y Neva, el lobo creciendo a lo largo del juego y las estaciones. La aventura se desarrolla estacionalmente, comenzando en verano e concluyendo en primavera, con cambios en el color de la naturaleza, temperatura y visuales evocadoras. La dirección artística es sublime, con cada pantalla siendo una verdadera obra maestra donde resalta el estilo de Conrad Roset. Es difícil no emocionarse con la gracia y elegancia de Neva, especialmente cuando el juego constantemente entrega momentos de belleza impresionante.
En Neva (y ya era evidente en Gris), lo que también impresiona es la técnica de cambiar los puntos de vista sin cortes ni interrupciones. No hay primeros planos estáticos; en cambio, se logran cambios de escala regulares mediante zoom fluidos hacia adelante y hacia atrás. Dependiendo de los momentos elegidos por los desarrolladores, Alba puede ser claramente visible con todos sus detalles para que los jugadores la admiren, o por el contrario, apenas visible, permitiendo que la grandeur del paisaje tome el protagonismo. Esta manipulación inteligente de la escala no es solo una elección estética sino que también sirve para enfatizar ciertas escenas (como un lobo en lo alto de una torre que se revela gradualmente) y fomentar la reflexión sobre la relación entre la humanidad y la naturaleza. Además, hay una intención deliberada detrás de lo que los desarrolladores eligen mostrar a los jugadores, ayudándolos a entender su progreso a lo largo del juego. No se deja nada al azar, asegúrate de que el placer experimentado es tanto consistente como único.
En Neva (al igual que ya era evidente en Gris), lo que también llama la atención es la técnica de cambiar los puntos de vista sin cortes ni interrupciones. No hay primeros planos estáticos; en cambio, se logran cambios de escala regulares mediante zooms fluidos hacia adelante y hacia atrás. Dependiendo de los momentos elegidos por los desarrolladores, Alba puede ser claramente visible con todos sus detalles para que los jugadores la admiren, o por el contrario, apenas visible, permitiendo que la grandeur del paisaje tome el protagonismo. Esta manipulación inteligente de la escala no es solo una elección estética sino que también sirve para enfatizar ciertas escenas (como un lobo en lo alto de una torre que se revela gradualmente) y fomentar la reflexión sobre la relación entre la humanidad y la naturaleza. Además, hay una intención deliberada detrás de lo que los desarrolladores eligen mostrar a los jugadores, ayudándolos a entender su progreso a lo largo del juego. No se deja nada al azar, asegurando que el placer experimentado es tanto consistente como único.
Like Gris, Neva employs the same hand-animated process to evoke the best moments of cinematic platformers from the 1990s such as Prince of Persia, Flashback, and Another World. Neva also introduces a second game that highlights the Spanish studio’s ambitions in terms of gameplay. «`
A medida que avanza el juego, se vuelven disponibles nuevas habilidades y se revelan gradualmente sus mecánicas y estructuras. Al igual que Gris, hay una evolución constante en el juego, incluyendo el desarrollo de Neva, un lobo que crece junto a Alba a través de las cambiantes estaciones. Inicialmente, Neva es pequeño e requiere protección de Alba; sin embargo, al final del viaje, Neva se ha convertido en un formidable protector para ella. Además, Neva también sirve como un eficiente medio de transporte y asistiendo en situaciones de combate. Al igual que Gris, Neva presenta numerosos rompecabezas a lo largo del juego que proporcionan desafíos sin resultar abrumadores; estos rompecabezas requieren una participación reflexiva y destacan la creatividad de los desarrolladores. Los segmentos que involucran reflejos y espejos me parecieron particularmente impresionantes. Durante todo el juego, nunca se siente frustración sino más bien una Continuous engagement and stimulation. While players may encounter occasional obstacles, they are usually brief, as combat remains accessible and manageable.
Gris ha sido criticado con frecuencia por ser demasiado corto y es cierto que se puede terminar el juego en tres horas. La duración del juego se ha extendido ligeramente en Neva, aunque sigue catalogándose como una experiencia de juego breve. Personalmente, terminé Neva en seis horas, pero fueron horas muy agradables. Nomada Studio reconoce este aspecto, por eso el juego está priced under 20€. Además, el encanto del juego anima a los jugadores a replayarlo, especialmente aquellos que buscan un 100% completion para descubrir las flores ocultas. En resumen, queda claro que Neva se establece firmemente como uno de los juegos destacados del año, ofreciendo una propuesta distinctive incluso dentro del sector indie gaming. Se distingue y ofrece más pruebas de que los videojuegos son, en efecto, una forma contemporánea de arte.