El fallo significativo de Suicide Squad: Kill the Justice League, que supuso pérdidas de $200 millones, ha llevado a despidos en Rocksteady. El estudio ha decidido despedir a 18 empleados de su departamento de control de calidad, dejando solo a 15 miembros restantes. Los equipos de control de calidad suelen ser los primeros afectados durante tales reestructuraciones, pero otros departamentos y empleados también han resultado impactados, incluyendo un miembro que actualmente se encuentra en licencia por paternidad. Esto no ayudará a mejorar la reputación del estudio ni de su compañía matriz Warner Bros Games. A pesar de este revés importante, Rocksteady está supuestamente trabajando en un nuevo juego desde junio de 2024, como se indica en publicaciones recientes de LinkedIn y ofertas de trabajo disponibles desde mayo pasado.